¿Qué son los antioxidantes?
Los antioxidantes son compuestos químicos que ayudan a proteger las células y los tejidos del cuerpo contra los efectos dañinos de los radicales libres y el estrés oxidativo.
¿Qué son los radicales libres?
Los radicales libres son moléculas altamente reactivas que contienen átomos con electrones no emparejados en su estructura, lo que las hace inestables. Debido a su falta de estabilidad, los radicales libres tienden a robar electrones de otras moléculas en el cuerpo.
¿Qué es el estrés oxidativo?
Cuando los radicales libres interactúan con otras moléculas en el cuerpo, causan daño a nivel celular. Este daño se conoce como estrés oxidativo.
El estrés oxidativo puede dañar el ADN, las proteínas y los lípidos en las células, lo que puede llevar a disfunción celular y a la aparición de diversas enfermedades.
¿Por qué aparecen los radicales libres?
- Como consecuencia natural del metabolismo celular, ya que se generan como subproductos durante la producción de energía en las mitocondrias.
- Por la exposición a sustancias tóxicas como el humo del tabaco, la radiación ultravioleta, la contaminación ambiental y productos químicos aumentan la producción de radicales libres.
- Algunas enfermedades y procesos inflamatorios pueden aumentar la producción de radicales libres como parte de la respuesta inmunológica del cuerpo.
- El estilo de vida y una dieta poco saludables, como el consumo excesivo de alcohol, una dieta rica en grasas saturadas y azúcares, el estrés crónico y la falta de ejercicio contribuyen a la aparición de radicales libres.
¿Cómo actúan los antioxidantes?
Los antioxidantes actúan como defensores del cuerpo al neutralizar los radicales libres y prevenir el daño oxidativo.
- Neutralizan los radicales libres: pueden hacerlo de dos maneras, como donar electrones a los radicales libres sin volverse inestables ellos mismos, o desactivar directamente las reacciones en cadena que los radicales libres generan.
- Reparan de daño oxidativo: además de su capacidad para neutralizar radicales libres, los antioxidantes pueden ayudar a reparar el daño oxidativo existente en las moléculas del cuerpo. Esto puede incluir la reparación del ADN dañado, la restauración de proteínas alteradas y la prevención de la oxidación de lípidos en las membranas celulares.
- Son protectores celulares: ayudan a mantener la integridad de las células y reducen el riesgo de disfunción celular. Al proteger las estructuras celulares, los antioxidantes contribuyen a prevenir enfermedades relacionadas con el estrés oxidativo, como el cáncer, las enfermedades cardiovasculares y las enfermedades neurodegenerativas.
Tipos de antioxidantes
Pueden ser producidos por nuestro propio cuerpo (endógenos) o introducidos a través de la alimentación (exógenos).
> Antioxidantes endógenos
El cuerpo humano produce una serie de antioxidantes endógenos, es decir, antioxidantes que son sintetizados naturalmente dentro del organismo para proteger las células del daño causado por los radicales libres y el estrés oxidativo. Algunos de los antioxidantes más importantes que el cuerpo produce incluyen:
- Glutatión: es uno de los antioxidantes más potentes y ampliamente distribuidos en el cuerpo. Se sintetiza en el hígado a partir de aminoácidos y juega un papel esencial en la desintoxicación de sustancias tóxicas, la protección celular y la neutralización de radicales libres.
- Superóxido dismutasa (SOD): es una enzima antioxidante que descompone el superóxido, un radical libre altamente reactivo. El cuerpo produce SOD en diferentes tejidos y órganos.
- Catalasa: es otra enzima antioxidante que se encuentra en las células y ayuda a descomponer el peróxido de hidrógeno, otro radical libre.
- Coenzima Q10 (CoQ10): es una sustancia que se encuentra en las mitocondrias. Actúa como un antioxidante y desempeña un papel importante en la producción de energía celular.
- Melatonina: es una hormona que el cuerpo produce en la glándula pineal y tiene propiedades antioxidantes. También regula el ciclo de sueño-vigilia y tiene otros efectos beneficiosos para la salud.
- Uricasa: es una enzima que descompone el ácido úrico, un compuesto que puede ser tóxico en altas concentraciones. Su producción es importante para prevenir la acumulación de ácido úrico en el cuerpo.
Estos antioxidantes endógenos desempeñan un papel fundamental en la protección de las células y en la prevención del daño oxidativo. Sin embargo, el cuerpo no puede producir todos los antioxidantes que necesita y es importante obtener antioxidantes a través de la dieta para mantener un equilibrio adecuado.
> Antioxidantes exógenos
Son los antioxidantes que el cuerpo no produce y que debemos obtener a través de la dieta. Se pueden encontrar en una variedad de alimentos y en suplementos dietéticos.
Cada antioxidante tiene funciones específicas en el cuerpo y puede beneficiar diferentes aspectos de la salud. Éstas son las funciones de algunos de los antioxidantes más comunes:
Vitamina C o ácido ascórbico:
- Desempeña un papel importante en el sistema inmunológico.
- Interviene en la formación de colágeno en el cuerpo, una sustancia que se encarga de fortalecer los tejidos, articulaciones, huesos, dientes, entre otros.
- Ayuda a la absorción de hierro no hemo de los alimentos vegetales.
Vitamina E o tocoferol
- Es un antioxidante liposoluble que protege las membranas celulares y los lípidos.
- Ayuda a reducir el riesgo de enfermedades del corazón.
- Contribuye a la salud de la piel y el cabello.
Vitamina A o retinol
- Funciona como motor de las reacciones de regeneración y reparación de tejidos y órganos del cuerpo.
- Participa en la formación y mantenimiento de la piel, dientes, huesos, membranas mucosas, tejidos blandos, etc.
- Juega un papel importante en sistema inmune.
Beta-carotenos (provitamina A):
- Se convierten en vitamina A en el cuerpo.
- Importante para la visión y la salud de la piel.
- Ayuda a fortalecer el sistema inmunológico.
Licopeno
- El licopeno es otro tipo de carotenoide que no se convierte en vitamina A cuando el cuerpo lo necesita, pero sí que posee unos efectos antioxidantes muy importantes.
- Mejora la salud cardiovascular ya que ayuda a reducir el colesterol y reduce la inflamación.
- Protege contra el envejecimiento cutáneo.
- Reduce el riesgo de enfermedades oculares.
Selenio:
- Actúa como cofactor para enzimas antioxidantes.
- Contribuye a la función tiroidea normal.
- Puede desempeñar un papel en la prevención del cáncer.
Flavonoides:
- Tienen propiedades antiinflamatorias y antioxidantes.
- Protegen el sistema cardiovascular.
- Ayudan a mejorar la función cognitiva.
Polifenoles:
- Contribuyen a la salud cardiovascular.
- Tienen propiedades anticancerígenas y antiinflamatorias.
Luteína y zeaxantina:
- Es un tipo de carotenoide que se encuentra principalmente en la retina y la región macular.
- Protegen la salud de los ojos y la visión.
- Reducen el riesgo de degeneración macular relacionada con la edad.
Coenzima Q10 (CoQ10):
- Es sintetizada por el propio cuerpo, pero es importante introducirla a través de la dieta debido a que los niveles de síntesis endógena van disminuyendo con la edad.
- Protege especialmente a las membranas celulares y las mitocondrias.
- Mejora la salud de la piel.
- Es un estimulante del sistema inmune.
Glutatión
- Es una sustancia con un poderoso efecto antioxidante
- Tiene una alta capacidad de estimulación del sistema inmunitario.
Es importante destacar que estos antioxidantes a menudo trabajan en conjunto para proporcionar protección contra el daño oxidativo.
Una dieta equilibrada que incluya una variedad de alimentos ricos en antioxidantes puede brindar beneficios para la salud en general al combatir el estrés oxidativo y reducir el riesgo de enfermedades crónicas.