La fruta es una fuente natural de nutrientes esenciales para el cuerpo humano y se caracteriza por su sabor dulce o agridulce, así como por su variedad de colores y texturas.
Beneficios de la fruta
La fruta es buena para nuestra salud por varias razones:
Nutrientes: Las frutas son una excelente fuente de vitaminas, minerales, fibra y fitonutrientes o compuestos bioactivos. Estos nutrientes son esenciales para el funcionamiento óptimo del cuerpo, el mantenimiento de un sistema inmunológico saludable y la prevención de enfermedades crónicas.
Hidratación: Muchas frutas tienen un alto contenido de agua, lo que ayuda a mantenernos hidratados. Además, su contenido de agua, junto con su fibra, proporciona una sensación de saciedad y ayuda en la digestión.
Fibra: La fruta es rica en fibra dietética, lo que ayuda a regular el tránsito intestinal, prevenir el estreñimiento y mantener la salud digestiva en general. La fibra también puede ayudar a controlar los niveles de azúcar en la sangre y el colesterol.
Antioxidantes: Las frutas contienen antioxidantes que ayudan a proteger nuestras células del daño causado por los radicales libres, lo que puede ayudar a prevenir enfermedades crónicas como el cáncer y enfermedades cardíacas.
Baja en calorías: La mayoría de las frutas son bajas en calorías y grasas, lo que las convierte en una opción saludable para satisfacer el antojo de algo dulce sin agregar una gran cantidad de calorías vacías.
Variedad de sabores y texturas: La fruta ofrece una amplia variedad de sabores y texturas, lo que la hace atractiva y versátil para incluir en una dieta equilibrada. Esto facilita el consumo de una variedad de nutrientes esenciales y puede ayudar a mantener una alimentación saludable a largo plazo.
La fruta es una opción saludable y deliciosa para incluir en nuestra dieta diaria.
Clasificación
Vamos a agrupar las frutas en función de cómo es su proceso de maduración:
> Las frutas climatéricas
Son aquellas que siguen madurando después de ser cosechadas. Este proceso se caracteriza por un aumento en la producción de etileno, una hormona vegetal que regula la maduración de las frutas. El etileno es responsable de desencadenar una serie de cambios bioquímicos y físicos en la fruta, como el ablandamiento, el cambio de color y el aumento en la producción de aroma y sabor. Éstas frutas se recolectan antes de madurar por completo y maduran después de ser cosechados. A medida que maduran, se vuelven más suaves y dulces.
Plátano | Manzana | Tomate | Pera | Aguacate | Melocotón | Nectarina |
Kiwi | Mango | Ciruela | Higo | Caqui | Sandía | Albaricoque |
> Las frutas no climatéricas
Son aquellas que no siguen madurando después de ser cosechadas. Una vez que se recolectan, no experimentan un aumento en la producción de etileno ni funcionan en su proceso de maduración natural. Aunque estos frutos también producen etileno, este gas no incide en la maduración del alimento Estas frutas suelen ser cosechadas en su estado de madurez deseada, ya que no experimentarán cambios significativos en su sabor, textura o apariencia una vez que se recolectan.
Lima | Uva | Fresa | Cereza | Naranja |
Limón | Mandarina | Pomelo | Piña | Frambuesa |
Mora | Arándano | Granada | Sandía | Coco |
Cómo conservas las frutas
Se recomienda separar las frutas climatéricas de las no climatéricas debido a sus diferentes características de maduración y su capacidad para influir en la madurez de otras frutas cercanas.
De este modo puedes controlar mejor el proceso de maduración y evitar que las frutas se estropeen prematuramente debido a la acción del etileno.
Es importante recordar que la velocidad y el proceso de maduración pueden variar según la fruta y las condiciones de almacenamiento.
Aquí tienes algunas recomendaciones para conservarlas adecuadamente y prolongar su vida útil:
> Cómo conservar las frutas climatéricas
Almacenamiento separado: es preferible almacenar las frutas climatéricas por separado. Esto se debe a que liberan etileno, que puede acelerar la maduración de otras frutas cercanas. Cuánto más madura está la fruta más etileno emite.
Madurez inicial: Si compras frutas climatéricas en un estado todavía verde, puedes permitir que maduren a temperatura ambiente en un lugar fresco y seco. Colócalas en un recipiente o bolsa perforada para mantener el flujo de aire adecuado.
Refrigeración: Una vez que las frutas climatéricas han alcanzado el punto de madurez deseado, puedes refrigerarlas para ralentizar el proceso de maduración. Esto es útil si deseas prolongar su vida útil. Sin embargo, ten en cuenta que la textura y el sabor pueden verse afectados por la refrigeración prolongada.
Es el caso de las frutas tropicales (plátano, aguacate, mango, etc) y el tomate.
La manzana, la pera, el caqui, la ciruela, el albaricoque se pueden conservar en la nevera o a temperatura ambiente.
> Cómo conservar las frutas no climatéricas
Almacenamiento: a diferencia de las climatéricas, pueden conservarse distintas frutas no climatéricas en el mismo recipiente sin miedo a que se estropeen.
Pero no se deben juntar con otras frutas climatéricas, ya que hay frutas no climatéricas sensibles al etileno que provocará que se deteriore antes de tiempo.
Refrigeración: en general, las frutas no climatéricas no requieren refrigeración, especialmente si se encuentran en su punto óptimo de madurez y se consumirán en un corto período de tiempo. Estas frutas tienden a mantenerse bien a temperatura ambiente y refrigerarlas puede afectar su textura y sabor.
Sin embargo, hay algunas excepciones en las que la refrigeración puede ser beneficiosa para prolongar la vida útil de ciertas frutas no climatéricas. Aquí hay algunos ejemplos:
Las fresas, frambuesas, moras y arándanos pueden refrigerarse para prolongar su frescura. Es recomendable colocarlas en el refrigerador en un recipiente abierto o en una bolsa perforada para permitir una adecuada circulación de aire.
Uvas: Si deseas mantener las uvas frescas por más tiempo, puedes refrigerarlas. Colócalas en un recipiente o bolsa abierta en el refrigerador para prevenir la deshidratación y mantener su frescura.
Cerezas: Las cerezas también pueden refrigerarse para extender su vida útil. Almacénalas en el refrigerador en un recipiente abierto o en una bolsa perforada para evitar la acumulación de humedad.
Los cítricos puedes conservarlos en un lugar fresco y seco a temperatura ambiente o en la nevera.
La piña es mejor conservarla a temperatura ambiente ya que la refrigeración afecta a su textura y sabor.
En todos los casos la fruta cortada hay que guardarla en la nevera en un recipiente hermético. El cierre hermético retrasa la oxidación de la fruta.
De qué factores depende la maduración de la fruta
Etileno: El etileno es una hormona gaseosa que se produce naturalmente en las frutas y juega un papel crucial en su maduración. Algunas frutas producen grandes cantidades de etileno, mientras que otras son más sensibles a él. El etileno puede estimular la producción de enzimas y otros compuestos que contribuyen a la maduración de la fruta.
Temperatura: La temperatura juega un papel importante en la velocidad de maduración de la fruta. Las temperaturas más cálidas tienden a acelerar el proceso de maduración, mientras que las temperaturas más frías lo ralentizan. Por ejemplo, la refrigeración puede retrasar la maduración de algunas frutas climatéricas.
Humedad: La humedad también puede afectar la maduración de la fruta. Un entorno húmedo puede acelerar la descomposición y el deterioro de la fruta.
Daño físico: El daño físico, como magulladuras o cortes, puede acelerar la maduración de la fruta. Estos daños pueden interrumpir la barrera protectora natural de la fruta, permitiendo la entrada de oxígeno y microorganismos, lo que acelera el proceso de maduración y deterioro.
Genética y variedad: La velocidad y los patrones de maduración varían según la especie y la variedad de la fruta. Algunas frutas maduran rápidamente, mientras que otras tienen un proceso de maduración más lento y prolongado.
Las condiciones de almacenamiento y manipulación son importantes para controlar y prolongar la maduración de la fruta de manera óptima.